domingo, 26 de abril de 2009

FIESTA DE CLAUSURA














FIESTA DE CLAUSURA



Es justo calificar de sobresaliente la clausura del festival de cine 2009. Menos mal que los organizadores eligieron para el evento el jardín Botánico de la Concepción, porque es un lujo para los sentidos, y el disfrute de un paisaje peculiar y mágico en una noche serena bajo un cielo sin lluvia. El embrujo de los árboles milenarios sirvió de coartada para seducirnos antes de servirnos un gin tonic y escudriñar el horizonte de famosos.

Estuvo el alcalde de Málaga rodeado de todos sus cortesanos, como Elías Bendodo, presidente del PP malagueño, Carolina España concejala de economía; Y Joaquín Ramírez, presidente provincial. Todo el glamour de la alta sociedad malagueña se dejó caer por la fiesta, aunque hubo notables ausencias -que ignoramos el motivo- como los triunfadores de las películas premiadas. Faltó gente del cine, y sobró anónimos y desconocidos. Suerte que pudimos contar con el presidente del tribunal, Alex de la Iglesia, y el director de cine Nacho Vigalondo nominado a los Oscar en el 2004 en la categoría de cortometraje. Eva Hache, -algo más baja que en la tele-, estuvo seria y circunspecta; Fernando Tejero pasó como una exhalación por mi lado, y mi adorado y buen amigo Rafatal con quién hice un programa de televisión hace años –y magnífico director de cortos- había cambiado de look, luciendo una melena malva, en lugar del rojizo Alaska al que nos tiene acostumbrados.

Lástima que mi amigo Boquerini y yo cenamos un excelente marisco en un restaurante del centro, porque el catering fue espectacular, y apenas si teníamos apetito. No se notó la crisis, y se agradece que haya dinero para el Festibar, destacando un caviar excelente, unas lágrimas de pollo, y unos rollitos de hojaldre de solomillo como lo más notorio de los numerosos platos servidos con exquisito gusto y acierto. ¡Esto se avisa porras! Porque el año pasado la clausura del festival estuvo muy pobre y a palo seco. Ni hubo viandas, y ni tan siquiera unas almendras o unas aceitunas adornaron las mesas; y de ahí, que la mayoría íbamos cenados a la fiesta.

Volví a saludar a Leopoldo, periodista mexicano, y a Wolf reportero alemán, con quién ya somos colegas de todas las fiestas, y nos une el cariño de vernos todos los años. Pero quizás lo más impactante de la noche fue la simpatía de Nacho Vigalondo haciéndome la foto junto al presidente Alex de la Iglesia. Qué lujo contar con un director de cine fotografiándome.

¡Ni en sueños me creo esta película…!

ROSA MARÍA VERA

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