lunes, 17 de octubre de 2011

LA MITAD DEL CIELO





LA MITAD DEL CIELO

Si alguien nos dijera que podemos conseguir la mitad del cielo para un enfermo que necesita ayuda, seríamos solidarios sin dudarlo. Es importante imaginar, soñar, sentir y actuar con empatía, cualidad que llevamos dentro y que aflora ante la adversidad de un amigo, un familiar o un extraño. No es cuestión de sentimentalismos hacerse socio de una Fundación o trabajar de voluntario sin esperar recompensa, porque algo late en nuestro corazón iluminándolo y tomando conciencia de que mañana puedo ser yo o usted.

Brutal y realista cuando duele pensar que tal vez necesitemos de alguien que se ocupe de alcanzar una estrella en ese cielo tan lejano para muchos. Y entonces querríamos una ilusión, un soplo de aire fresco, una ventana abierta a la vida.

La esclerosis múltiple es una terrible enfermedad neurodegenerativa y crónica del sistema nervioso central que afecta a 1 de cada 1000 personas. Es normal que exista el padecimiento, dirán, pero no es prudente cerrar los ojos ante el deterioro físico de gente con movilidad reducida e invalidez, porque sería injusto rechazar que se puede mejorar el mundo.

Sería minusvalorar la esperanza cortando las alas de una voluntad por vivir y resistir; y sería rendirse cayendo al abismo sin remontar el vuelo ignorando la existencia del enfermo. Por eso hay que luchar, huir del abandono e identificarse con usted -y conmigo-, porque todavía se puede soñar, progresar y amar, sujetando y dirigiendo la cometa hacia un cielo infinito, dulce y azul, cercano y auténtico.

Por eso tanto usted como yo debemos colaborar con Fundaciones altruistas como la Esclerosis Múltiple o cualquier Asociación que ayude, anime y contemple al ser humano con sensibilidad, respeto y comprensión. Una pirámide necesaria para que todos alcancemos la otra mitad del cielo, allá donde el espíritu renace y recupera su libertad.



ROSA MARÍA VERA