miércoles, 20 de mayo de 2015

CASTRACIÓN






CASTRACIÓN


   No hay nada más terrorífico que la castración mental. Que haya fanáticos que tiroteen a una mujer por presentarse a un programa de televisión, que se vierta ácido sobre el rostro de una menor por contravenir unas leyes religiosas, o que lapiden a una supuesta adúltera cuando ha sido violada, (o sin violación) es la más vil manipulación del fanatismo. Da igual que sea político, religioso o el fruto de una sociedad que se merienda a sus súbditos con la promesa de un paraíso inexistente.


   No hay que dejarse engañar por estos titiriteros del poder que manejan los hilos desde sus despachos, o mejor aún, desde sus partidos de golf con amigos de las altas finanzas. Sobre el césped se dirime el futuro de las naciones, la compra-venta de armas, o la próxima guerrilla en un país tercermundista. Ya no somos tan ingenuos como para pensar que la pobreza sólo cuesta dinero. Ya no vale que las oenegés pidan ayuda y apadrinamientos para niños huérfanos cuando existe otra guerra mucho más peligrosa que se baraja en los grandes bancos y en los capitales ocultos en paraísos fiscales.


   El fanatismo es una herramienta más. Se utilizan a líderes cultos y mundanos con una buena conexión con el pueblo, y desde sus minaretes o atalayas mediáticas utilizan un discurso que llega a quiénes no tienen nada que perder. O sí cuentan con cálidos hogares pero todavía creen en falacias de un futuro que siempre albergará el paraíso de Adán, las huríes viviendo junto a ríos de miel, o el vuelo hacia otros planetas de lejanas galaxias.


   Quizás ya estemos acostumbrados al pesar, a la desgracia. Quizás no podamos cambiar el mundo porque vivimos en una angustia vital insostenible, en un acomodamiento del discurrir de los días con la impotencia de no poder cambiarlo. Y ahí empieza nuestro declive. Porque si todavía existe una mínima ilusión, una leve esperanza de que las naciones se unan para combatir el terror, el hambre y sobre todo el miedo a sucumbir ante el poder del dinero, ante el fanatismo y la manipulación, quizás entonces tengamos una flor a la que agarrarnos en la soledad de nuestro asteroide.


   Hay que luchar, puede que con imaginación y audacia con tal de no perecer en el intento. Que no castren nuestras ganas de vivir y nuestra esperanza por ver crecer la hierba a nuestro alrededor. Allá a lo lejos estará la muerte, el mal y la desdicha, pero que no puedan con nosotros. Al menos, que no marchiten la ilusión de poder combatirlos con dignidad.


ROSA MARÍA VERA

miércoles, 8 de abril de 2015

EL JARDÍN DE EVA






EL JARDÍN DE EVA

    El ex ministro de justicia, Juan Fernando López Aguilar, tras ser acusado de maltratar presuntamente a su ex mujer ha provocado la ira de Rajoy. Suspendido de forma cautelar como eurodiputado socialista, el insigne político antes alabado y ahora denostado por su implicación en actos de violencia machista, deja estupefactos a la ciudadanía por una irresponsabilidad irreparable si se demuestran los cargos.


   Mariano Rajoy habla de malos tratos como una “cuestión de Estado” y Cospedal ratifica sus palabras subrayando una “tolerancia cero” ante el sufrimiento de mujeres que siguen bajo el yugo de la ignominia y la ignorancia. Y no de la ignorancia del pueblo, que hace tiempo que soporta el discurso huero de los políticos, sino de la idiotez mental de quiénes practican la crueldad contra el más débil; sea mujer, niño o adolescente.


   La violencia de género no tiene un nivel de estudios, ni una categoría dentro del escalafón social. Afecta tanto a humildes ciudadanos como a señoritos de la política; a obreros del campo y altos ejecutivos que dirigen con mano dura los designios del mundo. Aquí la chaqueta de pana o el esmoquin van de la mano, y Eva sigue en su jardín rodeada del árbol de la ciencia con frutos prohibidos, y con la serpiente enroscada en su garganta.


   Siempre la mujer detrás del pecado, la injusticia declarándola culpable aunque haya conciencia social y velas encendidas, porque siempre habrá algún descerebrado que piense: “algo habrá hecho”. Pues no. El simple hecho de vivir, la desigualdad económica en el trabajo, y la debilidad física que no intelectual, nos deja en inferioridad moral ante una sociedad hipócrita y falsamente moderna.


   Nacimos supervivientes desde que luchamos en un jardín poblado de bestias. Aguantamos lo que nos echen, y estamos hartas de que nos digan que somos fuertes. Fuertes sí, pero nos dejamos la piel pariendo a hijos de puta que quieren arrancárnosla a tiras. De nada vale una “enérgica condena” si la luz que entra en nuestro jardín sigue opaca por una justicia que hace distinciones entre mujeres. Mujer o mujeruca, rica o pobre, nos quieren esclavizar desde los tiempos de Adán, cuando una costilla marcó la diferencia entre la libertad y la intolerancia.


ROSA MARÍA VERA

lunes, 23 de febrero de 2015

PODEMOS




PODEMOS

   
   Podemos se ha erigido como el salvador de España, el nuevo Mesías que viene a ponerle las cosas claras a la “casta” de este país remendando los agujeros negros de la economía. Quién se lo crea, quién piense que regresar a los fraudulentos años de la burbuja inmobiliaria dando un pelotazo desde las administraciones públicas es efectivo, es que prima la ilusión ante un buen discurso. 


   No hay que trivializar el liderazgo de Pablo Iglesias, ni su verborrea efectista, pero el líder está rodeado de una nefasta pléyade de ineptos y oscuros colaboradores. Si Monedero cobra sueldos millonarios por asesorar desde el otro lado del charco, aquí no puede dar lecciones de ética ni emitir el tic tac de una bomba de relojería. El Chavismo se ha integrado en su discurso por mucho que maquille el fondo, cuando las formas despiden un olor insano a burda imitación.


   Esta nueva coalición tan venerada por quienes creen en un nuevo mayo del 68, promueve la reducción de la jornada laboral a 35 horas, el aumento del salario mínimo y el incremento de las cotizaciones sociales. Todo esto está muy bien si fuese factible y no aumentara el coste de contratación de los trabajadores en paro. No pueden vendernos humo cuando el fuego sigue con los rescoldos de la crisis y hay que remontar para no caer en un abismo diabólico.

   
   El reloj de Podemos marca las horas con un tic tac desproporcionado a las expectativas de sus votantes. Si algunos son tan ingenuos como para pensar que eliminando las empresas privadas y teniendo un Estado controlador, España vuela a nivel europeo, es que la jerga de Iglesias y sus acólitos convence a una población humillada por el paro, los desahucios, y la miseria. El hastío de ciudadanos que son los presumibles votantes de Podemos.


   Este intervencionismo estatal sólo genera una subida de impuestos, un endeudamiento público y una ruptura emocional que anula la capacidad de ahorro de los españoles, de por sí esquilmada. Pero que no nos estigmaticen con sueños y engaños sobre un pueblo que ni es ignorante ni tonto, como pretenden. Su hipertrofia intelectual se enmascara con un discurso político de salvapatrias. El peligro es que su caballo de Troya capta adeptos donde la marginación brota.


ROSA MARÍA VERA

martes, 3 de febrero de 2015

BAILANDO CON LOBOS

 
BAILANDO CON LOBOS


   Este gobierno que abomina de Podemos y que sigue “sin poder” solucionar el paro y la pobreza, nos ha puesto a los pies de los caballos y seguimos bailando con lobos. La caperucita del cuento no es otra que la Sanidad Pública que ha sido engullida por los recortes. Y no por culpa de la crisis económica, sino por la mala gestión e ineptitud de quienes nos gobiernan a la hora de asumir prioridades.


   Los medicamentos cada día son más caros y hacen menos efecto. Los laboratorios abaratan el producto y el resultado afecta a la salud de los españoles. ¿Qué hay que ser políticamente correctos y ajustarse el cinturón? Pues sí, habrá que hacerlo recortando embajadas inútiles, sueldos millonarios de políticos indecentes, e instituciones inútiles. Pero con la vida no se juega. No se admiten apuestas con la muerte acechando tras la cortina de un hospital porque faltan profesionales y hay una asistencia sanitaria deficiente.


   Estamos hartos de que otros vivan por encima de nuestras posibilidades y recorten la Sanidad Pública para engordar las arcas de la Sanidad Privada. Porque ahora, quién puede se hace un seguro privado para tener acceso a un especialista y no engrosar una lista de espera para una operación. Es lamentable que seguir vivo no sólo sea cuestión de dinero, sino de ética por parte de unos gobernantes que hace tiempo que la perdieron.


   Si Europa exige recortes y el país lo necesita, que apliquen el cuento de caperucita y el lobo no se coma al más débil. El virus de la gripe que arrasa en Andalucía ya resulta sospechoso, porque hay quien manifiesta sus dudas sobre la idoneidad de la vacuna. No vaya a ser que también los virus se vean afectados por la crisis y en lugar de beneficiar a la población, la debiliten, y en las próximas elecciones ya nadie vaya a votar porque piensen que ya ‘no Podemos’ vivir en la urdimbre de la mentira.


   Esto de bailar con lobos esteparios sería una metáfora ingeniosa si no fuera porque hay muertes sin justificar, y enfermos que no pueden comprar su curación por carecer de medicinas. Pero eso sí, las luchas de poder dejarán cadáveres exquisitos apestando a corrupción.



ROSA MARÍA VERA

viernes, 9 de enero de 2015

LA SIEMBRA





LA SIEMBRA


   Está claro que el terror islámico se ceba sobre Europa eligiendo al país que más ha colaborado con el Islam en el pasado. Francia, con su emblema de libertad, igualdad y fraternidad, es el bastión que unos cafres han puesto en su punto de mira. La fortaleza que pretenden derribar para que un clamor salga de los alminares de las mezquitas. Quieren hundir el prestigio de una nación sodomizando el humor, equivocando la libertad de expresión y desplegando una radicalización marcada por segundones.


   Porque son segundones de una pirámide que utiliza la política para sus fines. Que nadie se engañe, que la religión no tiene nada que ver, sino el dinero, la economía a la sombra del petróleo. Triste casualidad que baja el precio del crudo y ya se ponen nerviosos los radicales islamistas sacando a Alá como bandera y frotando la lámpara de Aladino para sembrar el terror en Paris.


   El asalto a la redacción de la revista satírica Charlie Hebdo es sólo una excusa para dinamitar la paz y poner contra las cuerdas a Occidente. Pero se equivocan estos hijos de Alá, se equivocan quienes nos toman por tontos y eligen cabezas de turco condicionados por una droga contaminante. Toda forma de adicción es mala, ya sea el poder o el idealismo, y siempre hay tontos útiles utilizados por titiriteros que manejan los hilos de la sangre derramada. 


   Sangre vertida de inocentes, la siembra de vientos que recoge tempestades. Porque ya la ultraderecha francesa se frota las manos y exige la pena de muerte, mientras que algunos países piensan en la expulsión de musulmanes como en la Edad Media. El presidente François Hollande pide rechazar las "estigmatizaciones" y las "caricaturas más lamentables", o sea, que ojo con el humor y la libertad de expresión hirientes para almas frágiles.


   Aquí lo único que se dirime no es el honor de una nación, sino los intereses creados en torno a una política de cautela y miedo. Y ante el terror no vale la sangre culpable del poder económico, sino la gallardía de ser libres, y de hacer valer la sangre vertida de los inocentes.


ROSA MARÍA VERA