MÁS QUE POBRES
No sé si los padres de la patria han reflexionado tras
el 25 M y han llegado a la conclusión de que seguimos siendo más que pobres. Y
no me refiero a una pobreza intelectual o política, que también, sino a una
carencia de productos básicos que los hogares españoles sufren a diario.
El 20,4 % de la población española -uno de cada cinco
habitantes- vive por debajo del umbral de la pobreza. Y eso significa que hay
hambre en España, que hay niños que se van al colegio sin desayunar, y padres
que se hunden en la depresión porque con el subsidio de desempleo no tienen ni
para pagar el alquiler.
Y todo por culpa de unos gobernantes ineptos, y de una
corrupción burocrática que al igual que una hidra venenosa invade y aniquila cualquier
amago de sobreponerse a la crisis. De solucionar una situación insostenible que
nos tiene agotados y perturbados. No sólo a parados que no tienen nada que
perder, sino a aquellos empresarios que aún con esfuerzo y ganas por crear una
empresa, se les niegan los permisos y licencias, enterrados bajo una pirámide de
papeles y de una burocracia prostituida.
Es inaudito, inadmisible vivir en este país, ídolo al otro lado del
estrecho y denostado en Europa por exceso de “deuda pública”, donde hay mayor
riesgo de pobreza en menores de 16 años, ya que se eleva a uno de cada cuatro. Y
si a edades tan tempranas sufren de hambre nuestros menores, -niños y
adolescentes- es que huele a podrido y este cadáver exquisito que es España, se
la han repartido unos ladrones de guante blanco que son la escoria de la
sociedad.
Y lo peor es que nadie devuelve lo robado y la cárcel es el ‘paraíso
fiscal’ de aquellos que tienen su dinero a buen recaudo. Mientras que aquí, se
come poco y mal, porque quienes tuvieron el poder no sólo fueron malvados, sino
que con su estupidez han llevado al país a rebuscar comida en los contenedores
de basura.
Y ya somos más que pobres, más incluso que las ratas.
ROSA MARÍA VERA