miércoles, 22 de abril de 2009

BAILANDO CON LOBOS


BAILANDO CON LOBOS

 
En tiempos de crisis, resulta extraño hablar de anticrisis como si describiéramos al anticristo del dinero: sin un euro ni para pagar las conferencias inanes de Baltasar Garzón. El diablo económico de la deflación es una hidra venenosa y no hay manera de exorcizarlo de los bancos ni de nuestra cuenta corriente. Pedro Solbes ya no es de fiar –aunque no quiera irse al paro-, y Rodríguez Zapatero anda perdido en sus viajes esotéricos con los números. Porque está claro que bailamos con lobos y que los perjudicados son siempre los mismos, los más débiles, -nosotros- la clase media trabajadora manteniendo a flote el equilibrio económico del país.

Los expertos hablan de moderación salarial e incluso de bajarle el sueldo a los trabajadores para aumentar el empleo. La CEOE quiere un despido a la carta, que es algo así como un divorcio Express entre obrero y empresario. La patronal y los sindicatos no se ponen de acuerdo para reducir el paro, y hablan de recortes. Pero ya puestos a recortar, ¿porqué hay tantos políticos que cobran un sueldo desorbitado por tan escaso rendimiento personal? ¿Porqué no se reduce la plantilla de secretarios y subsecretarios, asesores personales, y demás consejeros a nuestra costa, sin que sepamos muy bien dónde está el beneficio? ¿Por qué hay tantas visas oro, dietas, y coches oficiales que cuestan un pastón, y que pagamos religiosamente con nuestros impuestos?

Mantener el poder está resultando muy caro, excesivamente caro.

Y para colmo de males, ahora los andaluces contamos con un mal menor: recibir 1204 millones de euros de la deuda histórica. Un regalo extraño en tiempo de crisis, ostentoso y similar a un jaguar, que el gobierno nos dispensa esperando gratitud. Y si esto contribuye en generar puestos de trabajo, bienvenido sea el saldo de la negociación, que aunque signifique un pequeño ajuste de cuentas con el pasado, puede revertir en el futuro. Pero si en su lugar, el dispendio económico sirve para costear los caprichos de algunos políticos por irse al monte a cazar muflones y ‘garzonear’ a lo grande... entonces la ‘paga extra’ de la deuda histórica sólo servirá para dar de comer a los lobos.

A esos lobos de coche oficial que relatan cuentos en tiempos de bonanza para luego tragarse a Caperucita y vomitar pérdidas y más pérdidas.




 

ROSA MARÍA VERA

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