miércoles, 22 de abril de 2009

DE CINE

 
DE CINE
 

Anoche, Pedregalejo se debatía en un mar de espetos de sardinas y olas que rompían sobre la arena junto a mi amigo Boquerini. Que haya políticos que pretendan quitarnos la gloria del chiringuito junto a la playa no tiene parangón. Sus señorías, en lugar de meterse con los trabajadores del espeto y el pescaito frito, que se pongan a trabajar para sacar al país de la crisis y no hablar del sexo de los ángeles. En este caso, de los chiringuitos que pueblan las costas del Mediterráneo.

Hoy Málaga se viste de gala para el festival de cine, y aún sin pisar la alfombra roja -todavía no es la hora bruja- se respira en el ambiente un álgido movimiento de glamour. Ya llegan los actores, que son los saltimbanquis del espectáculo, vestidos para la ocasión y desvestidos en la pantalla. Ahora veremos el desfile, se levantará el telón, y un sinfín de rostros conocidos nos saludará con regocijo saliendo entre bambalinas. Y nosotros, ensimismados y eufóricos, ingenuos y embaucados por la gloria del rojo pasión al hechizo lluvia de la luna, saldremos del umbráculo de la política respirando el dulce aroma del festibar.


ROSA MARÍA VERA

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