miércoles, 12 de mayo de 2010

LA MORDAZA




LA MORDAZA


Mañana jueves, el presidente Zapatero convocará a los sindicatos para explicarles las nueve medidas que adoptará el gobierno para reducir el déficit público. El fin del cheque bebé, reducción del salario de los funcionarios, la no actualización de las pensiones y otras medidas drásticas como son los recortes en gastos de medicamentos, dependencia e inversión pública. Omitiendo derroches importantes como son los emolumentos del Ministerio de Cultura, del Ministerio de Igualdad y de la Vivienda, sin llegar a pronunciarse al respecto.

Porque lo que es inadmisible, es el recorte de gastos en Sanidad cuando la lista de espera de pacientes necesitados de una operación quirúrgica se ha quintuplicado por la carencia de medios en la Salud pública. Y cuando los medicamentos son genéricos en su mayoría, no siendo tan efectivos ni rápidos para enfermos necesitados de una recuperación urgente. Pero eso sí, ni reducción de asesores, subsecretarios, ministros incompetentes, o delegados autonómicos, porque ahí no hay enmienda posible.

Atrás quedó el populismo fatuo de caramelos envenenados que el pueblo recogió como la transformación de los panes y los peces. Ahora las arcas están ruinosas y jamás tuvimos una crisis tan aguda. Tanto, que el presidente Zapatero después del tirón de orejas de la Unión Europea y de medio mundo, ha dado marcha atrás y asume sus errores, sin asumirlos. Pero como la casa -España- está que arde, y hay que tener amordazados a los Sindicatos, la reunión con los líderes sindicales es vital para que éstos no insten a los ciudadanos a una movilización peligrosa.

Tanto Fernández Toxo como Cándido Méndez (CC.OO y UGT) ya han dejado caer la píldora de que una huelga general no crearía puestos de trabajo, pero que las medidas de ajuste merecen una “contestación masiva de los trabajadores”. O sea, que todo quedará en agua de borrajas: crítica por televisión para cubrir el expediente y alguna que otra reunión para contentar al personal, y que el caballo ciudadano no se desboque. Cuando en tiempos de Felipe González -líder más realista e inteligente- hubo dos huelgas generales y las protestas despabilaron al país. Lo despertaron de esta inercia maldita en la que nos envuelven como zombis.

-Que no somos títeres-.

Y hay que salir a la calle y protestar: porque no hay muertos vivientes al son de ‘la flauta sindicalista’, sino ciudadanos vivos hartos de tanta incompetencia y ninguneo.



ROSA MARÍA VERA

1 comentario:

  1. La belleza que se asoma al balcón de Mijas supera a la del panorama que se contempla.

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