jueves, 17 de febrero de 2011

VIOLENCIA




                                                       VIOLENCIA 


Resulta alarmante el nivel de violencia existente a nuestro alrededor. Abres la página de un periódico virtual y enseguida sale el flash de una publicidad que sólo consigues hurtar tras un arduo esfuerzo. Si la venta de periódicos se ve afectada por la crisis, pues hala, a poner publicidad vía Internet y que los asiduos a leer 5 periódicos al día nos duelan los ojos de tanto parpadeo publicitario.

Y es que no tiene razón el director de cine Alex de la Iglesia cuando afirma que Internet no perjudica. Perjudica y mucho. Ya no hay sosiego sin facebook, Blog, o Youtube; y si ingenuamente hemos olvidado nuestra contraseña, pues non problem, se abre otra página y ya está para seguir en la cuerda floja de la moda internauta. ¿Y cómo diablos hemos podido sobrevivir en nuestra infancia sin tuenti, facebook o Messenger? Singular e inaudito, porque ahora nos rodeamos de cosas inútiles intentando sobrevivir en una sociedad tan avanzada como arcaica e hipócrita.

Tanto dispendio económico, progresismo y Ministerio de Igualdad, y no hay tele asistencia para una mujer víctima de la violencia machista. Porque no entiendo como contando con una ley de protección contra la violencia de género, muere en Málaga Susana Galeote asesinada a hachazos por su ex pareja. Se le deniega ayuda, -justificándose con que no hay pruebas suficientes- cuando su grito todavía se escucha y la sangre sale a borbotones de su cuello. El chocolate del loro y la maldición golpeando la puerta de una desdichada.

Y en cambio este gobierno -o autonomía- sí tiene dinero para regalarle un portátil a todo estudiante de primaria. Aquí si se oye el pálpito moderno de Internet, facebook, tuenti y la madre que parió a tantas injusticias, cuando una mujer aterrada pide auxilio y recibe un “no” por respuesta.

Ésta es la principal violencia que arrastra nuestra sociedad: la indiferencia.

Por eso Alex de la Iglesia se equivoca cuando niega el peligro de Internet. Se abrió la caja de Pandora saliendo rayos y truenos publicitarios. Y aquí seguimos todos: agarrados a la pantalla, escribiendo y analizando la actualidad, mientras la muerte ronda la piel trémula de un ser, -de tantos que pululan por el mundo-, frágiles y sin voz, y sin otra protección que la estupidez humana.


ROSA MARÍA VERA

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