domingo, 5 de junio de 2011

MUSEO THYSSEN





El Palacio de Villalón donde se ubica la colección Carmen Thyssen en Málaga es un hermoso edificio renacentista estructurado en tres plantas donde destaca la riqueza de sus artesonados y la frescura musulmana. Reconozco que nunca me deja indiferente la colección Thyssen Bornemisza, ya sea en Madrid o en mi ciudad, su toque elegante y el exquisito gusto de su decoración.

Quizás si tuviese que elegir un cuadro me quedaría con un fascinante paisaje de montaña del maestro Carlos de Haes. Sólo una objeción para mi gusto particular: los marcos grises que intentan dar una impresión de viejos y antiguos sin conseguirlo. Las increíbles marinas de Manuel Barrón y Carrillo (Vista del Guadalquivir) no merecen semejante bodrio de entorno.

También resulta un tanto extraño la diferencia de temperatura en el salón de los maestros antiguos, -frío mortal-, respecto a las otras salas, donde según me informó el personal de seguridad la humedad roza los 20 grados. No lo dudo, pero sí dudo que el sistema funcione por igual en salones con diferente orientación.

Hay que alabar la tarifa de precios de entrada al museo con descuentos que son de agradecer para un público demonizado por el paro. Pensionistas, niños… todos tienen un hueco, y ya era hora de que el museo Picasso tuviese un rival de categoría. Porque puestos a comparar, éste se queda corto y olvidado, quitándose las ganas de regresar después de ver un edificio soso y una exposición escasa y sin interés. Expectativas ampulosas sin creatividad organizadora e ilusionante.

Thyssen es otra cosa. Hay glamour, calidez y estética, clase y 'savoir faire' allí donde el arte reivindica su luz eterna.



ROSA MARÍA VERA

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